La habitación de un bebé es un espacio muy especial de una casa. Es un lugar donde, al principio, lo importante será que la disposición de muebles y accesorios te sea práctica y, con el tiempo, se convertirá en su mundo, su sitio de descanso, de recreo, de manualidades y de experimentos.
Así, lo importante al principio es ser prácticos y pensar en un orden que nos ayude a nosotros como padres, y más tarde, ir haciendo algo mixto; una fusión entre lo funcional y lo personal de su historia, para que se sienta cómodo/a y seguro/a en su entorno diario.
La cómoda, el mueble más versátil
De los muebles multiusos, la cómoda es el mejor. Alta, baja, estrella…Con muchos cajones, o lo suficientemente pequeña para servir como una mesita de noche.
Si estás buscando la mejor manera de organizar el espacio de tu hijo, la cómoda resulta ideal para estos casos. Puedes usar los cajones para guardar libros, juguetes pequeños, manualidades, etc. Así, tendrás siempre la habitación limpia y ordenada.
La cómoda es liberadora de espacio, además de ser útil como instrumento divisorio. Pañales, toallitas, ropa y otros artículos serán distribuidos en cajones y te serán de gran ayuda.
Cuando tu bebé crezca, y los espacios se redistribuyan, será un buen momento para reinventar esa cómoda y pensar en el nuevo inquilino, que poco a poco tendrá que ir formando parte activa del orden de su habitación. En este caso, la cómoda debe ser accesible para los más peques y sus cajones deben resultar fáciles de abrir y cerrar y muy muy prácticos.
La cuna, un lugar seguro
La cuna debe adaptarse a ti y cumplir los estándares de seguridad más modernos. Tal vez solo sea un lugar de descanso en las horas diurnas, pero será muy óptimo que exista este lugar donde el bebé pueda relajarse y dormir durante largas horas. Una silla cómoda o una mecedora acolchada para mimarle o amamantarlo/a puede ser ideal.
Antes de que te des cuenta, la cuna deberá ser sustituida por una pequeña camita, una cama doble o un diván.
¿Cofre, tocador o mesa?
La piedra, papel o tijera de los mobiliarios. Una mesa resistente podrá usarse como cambiador, aunque el convencional ofrece unas medidas más seguras. De cualquier forma, el tocador o cofre con los pañales debe estar cerca, y permitir la apertura con una sola mano, o almacenaje abierto, para que todo sea rápido y esté a mano.
Orden, orden y orden…
Una vez que haya colocado la cómoda, la cuna o camita, el cambiador y la mecedora, la misma disposición determinará el resto de muebles y accesorios. Insistimos en que los cuartos para un bebé, deben estar más enfocados a la comodidad de los padres que de los recién nacidos, ya que los bebés realmente no pueden ver los detalles en sus primeros meses de vida.
Y más tarde… ¿Qué colores elijo para el cuarto de mi pequeño/a?
Casi cualquier combinación de colores puede funcionar. Pero generalmente es mejor mantener tonos claros y alegres para que, además de procurar amplitud visual, nuestro hijo/a se sienta tranquilo/a y sosegado/a. Azul cielo, verde menta, blanco…Algo sencillo, fresco y personal.
Todo suma
La decoración de una habitación infantil debe ser un proyecto ilusionante y original. Para ello, es importante ver muchas ideas y elegir los pequeños toques que harán de este espacio un lugar muy especial.
Ideas inspiradas en cuentos infantiles, muebles llenos de imaginación, elementos ornamentales que consigan armonía y equilibrio visual, y un mobiliario que vaya acorde a tus necesidades. No dejes de buscar información: formas de iluminar, muebles prácticos y duraderos, medidas de seguridad para estar siempre tranquila/o, materiales de decoración… ¡Las posibilidades son infinitas!