Los colores para la habitación de los niños, ¿cuál debemos elegir?
/Las tonalidades en los dormitorios influyen en factores como la concentración y el sueño
El color de las paredes es un factor muy importante para las estancias de nuestra casa. De esto van a depender nuestras sensaciones cuando estemos en ellas y va a influir en muchas otras cosas a la hora de estudiar, trabajar o simplemente descansar.
Las habitaciones infantiles nos pueden dar mucho juego en cuanto a los colores a aplicar, ya que al ser para los niños, podemos echar la imaginación a volar. Pero ante esto, hay que tener mucho cuidado porque según para lo que utilicen la habitación nuestros hijos, el tener tonalidades chillonas o muy oscuras van a transmitir unas cosas u otras.
Por ello, el tema de elegir un color apropiado para el dormitorio de los niños es tan importante. Desde mueblecasa, somos muy conscientes de ello y por eso te queremos ayudar a elegir qué tonalidad es la más apropiada para ti.
A continuación te vamos a dar unas serie de ideas sobre qué colores elegir según las sensaciones que quieras ofrecer en esa estancia, según para qué sea destinada ó según la luz natural que haya.
Colores pasteles, colores versátiles
Los tonos pasteles son aquellos que nos ofrecen una sensación de tranquilidad y calma. Además, estas tonalidades nos permiten combinarlas con casi cualquier estilo que le queramos dar a la habitación, tanto en textiles como respecto a los muebles que pongamos.
Los colores como el rosa palo, salmón, azul o verde muy claro, nos va a permitir que tengamos una estancia apropiada para que nuestros hijos descansen o estudien tranquilos y concentrados, sin perder el foco de lo que están haciendo.
Son colores totalmente válidos para cualquier estancia de la casa, siendo su versatilidad la que le da el valor para que los elijamos.
Tonalidades oscuras, siempre con mucha luz
Las tonalidades oscuras pueden dar sensación de tristeza, aunque esto no es del todo cierto. Esta idea puede ser solamente pasajera si pensamos combinarlas con otros colores claros o blancos consiguiendo así un contraste y armonía.
También debemos tener en cuenta la luz natural de la habitación. Si tenemos una estancia muy luminosa no hay tanto problema en impregnar con estos colores nuestras paredes, ya que el dormitorio no dará esa sensación de oscuridad y tenebrosidad, factor que puede crear miedos e inseguridades a los niños.
Por lo tanto, podemos aplicar colores oscuros siempre y cuando tengamos luminosidad en la estancia y lo combinemos con otras tonalidades claras tanto en los textiles como en los muebles.
En muchos casos, colores como el azul oscuro bien aplicado y acompañado, ofrecerá tranquilidad y concentración.
Los tonos tostados, aportan calidez
Si buscamos que nuestros hijos se sientan tranquilos y con una sensación de calidez en su habitación, lo ideal es poner colores tostados en la estancia.
Los colores arena, tierra, ocres o marrones ofrecen seguridad y confianza. Lo ideal sería combinarlo con colores claros, colores que dieran luminosidad a la estancia, ya que estas tonalidades aunque aportan esa sensación hogareña que tanto nos gusta tener en casa, también son apagados, en muchos casos, transmitiendo sobriedad a la estancia.
Los tonos tostados son ideales para crear una sensación de refugio pero debemos darle otros tonos juveniles y claros para crear un espacio ideal para nuestros hijos.
Tonos vivos, en su justa medida
Las habitaciones, en general, son estancias de descanso y de estudio como hemos dicho anteriormente, por lo que preferimos que tengan unos colores que acompañen a ello.
El aplicar colores vivos es muy delicado si no sabemos hacerlo bien. Normalmente, si queremos conseguir una estancia que nos ofrezca tranquilidad, no podemos coger un amarillo chillón y pintar todas las paredes, porque lo que vamos a conseguir es el efecto contrario.
Sin embargo, si nos gusta darle algo de alegría a las habitaciones infantiles, podemos aplicar esa tonalidad, ese color amarillo, naranja o rojo a un punto concreto del dormitorio. Con esto conseguiremos dar un toque de color alegre y activo, pero no pondremos en peligro la concentración o acompañamiento al sueño o al estudio de nuestros hijos.
Tonalidades alegres sí, pero en su justa medida.
Color blanco, no pasa de moda
Y por último, queremos enseñarte el color blanco que tanta vida nos da a las estancias aunque sea un color neutro.
Este tono, puede ser versátil en todos los aspectos. Lo podemos aplicar en habitaciones con poca luz, lo que nos llevará a tener mayor luminosidad y creará una sensación de amplitud en la estancia. Por otro lado, al ser un color neutro, es combinable con cualquier mobiliario, textil o decoración que haya en el dormitorio.
El blanco nos lleva a decidir que es el color protagonista por antonomasia de la decoración, ya que, lo podemos combinar con cualquier objeto decorativo o textil, le aporta amplitud a la estancia y crea un ambiente tranquilo, calmado y armónico, perfecto para el estudio y el descanso de nuestros hijos.
Las tonalidades de las habitaciones infantiles dan un toque decorativo, pero también, ayudan a que las actividades que desarrollan nuestros hijos en el dormitorio puedan ser más productivas.
¿Crees que los colores influyen en todos estos factores de los que hablamos en este artículo?